El pánico cesó en pocos días, pero la desolación era total. Más allá de esas «islas del exterior» el agua escaseaba. Aun sin hogares a los que volver, algunos nos aferramos a nuestras zonas yermas.
Pero muchos se amoldaron al nuevo terreno dominante, tachando de mero accidente la hecatombe. Aprovecharon la incipiente flora para subsistir, ingiriendo nuevos líquidos aderezados con bulbos filamentosos, efervescentes.
Todavía hoy, ajenos a su piel costrosa, su mirada hundida y el olor pútrido que desprenden, niegan la naturaleza del verdadero ataque de aquellas microentidades ocultas, que les devoran por dentro.
Misne, 15 de abril de 2013
(publicado en Historias del dragón, de Kelonia Ed.)
Escribí este micro hace unos años, mucho antes de comenzar este blog. No, miento: No era exactamente "este micro", lo que realmente quise plasmar con palabras entonces fue un sueño muy vívido que había tenido. Es algo que me apetecía hacer, creo que es un verdadero reto y un buen ejercicio intentar redactar algo soñado.
El año pasado, cuando leí la convocatoria benéfica de Kelonia Ed. para el Festival de Fantasía de Fuenlabrada (a pocos días de finalizar el plazo) me acordé de ese "minirrelato", lo adapté y lo acomodé a esas 150 palabras (sin contar título) que requería el concurso. Grande fue mi sorpresa e ilusión cuando me lo aceptaron y mi microrrelato Cadena trófica salió publicado en el libro recopilatorio :-)
Dado que el festival ya pasó (y además he oído que estuvo muy bien), nada me impide ya compartir este relato en mi blog y dar de esta forma mi particular "bienvenida" a 2014...